El Parque Nacional de los Pirineos, ubicado en el suroeste de Francia, es un tesoro natural que cautiva a visitantes de todo el mundo con su impresionante belleza y diversidad ecológica. Este parque, establecido en 1967, abarca una extensión de más de 45,000 hectáreas, extendiéndose desde las altas cumbres de los Pirineos hasta los preciosos valles de alrededor.
Con una geografía montañosa que incluye picos más de 3000 m, glaciares, cascadas, y lagos de aguas turquesas, el Parque Nacional de los Pirineos ofrece un paisaje de una belleza incomparable.
Para los amantes de actividades al aire libre, el Parque Nacional de los Pirineos ofrece una amplia gama de opciones, desde senderismo, sky y montañismo hasta ciclismo de montaña y observación de aves. Además, sus numerosos refugios de montaña brindan la oportunidad de experimentar la autenticidad de la vida alpina y disfrutar de la gastronomía local.
Localización del Parque Nacional de los Pirineos
13 Lugares imprescindibles que ver en el Parque Nacional de los Pirineos
1. Aragnouet, un imprescindible que ver en el Parque Nacional de los Pirineos.
Los Pirineos en Aragnouet ofrecen un espectáculo natural incomparable, inmersos en un entorno de belleza alpina que cautiva a visitantes de todo el mundo.
Esta región pirenaica es famosa por sus impresionantes paisajes montañosos, Aragnouet, en particular, está rodeada por algunos de los paisajes más impresionantes de los Pirineos, lo que la convierte en un destino privilegiado para los amantes de la naturaleza y las actividades al aire libre.
Durante la temporada de invierno, los Pirineos en Aragnouet se transforman en un paraíso para los deportes de nieve. Con acceso cercano a estaciones de esquí de renombre como Piau-Engaly y Saint-Lary-Soulan, los visitantes pueden disfrutar de una amplia variedad de pistas de esquí alpino y de fondo, así como de áreas dedicadas al snowboard y otras actividades invernales. La nieve fresca, las vistas panorámicas y la atmósfera alpina hacen que la experiencia de esquiar en los Pirineos sea inolvidable.
2. Pont d’Espagne: Uno de los lugares imprescindibles qué ver en el Parque Nacional de los Pirineos
Ubicado en el corazón de los Pirineos franceses, cerca de la localidad de Cauterets. Este sitio es conocido por su belleza natural y su importancia como punto de partida para explorar algunas de las rutas de senderismo más espectaculares de la región.
El Pont d’Espagne debe su nombre al puente que cruza el río Gave de Marcadau, un afluente del río Gave de Cauterets. Este puente histórico, construido en el siglo XIX, es una obra maestra de la arquitectura y un punto de referencia destacado en la zona, habiendose convertido en un lugar imprescindible que ver en el Parque Nacional de los Pirineos.
Desde el Pont d’Espagne, los visitantes pueden acceder a una red de senderos que serpentean a través de impresionantes paisajes de montaña, incluyendo cascadas, bosques frondosos y prados alpinos. Una de las rutas más populares es la que conduce al famoso lago Gaube, un espejo de agua cristalina rodeado por picos nevados y glaciares, que ofrece vistas espectaculares y la oportunidad de disfrutar de la serenidad de la naturaleza.
Además del senderismo, el Pont d’Espagne es un lugar ideal para practicar actividades como el picnic, la observación de aves y la fotografía de paisajes.
3. Pic Du Midi
Con una altitud de 2.877 metros, esta imponente montaña ofrece vistas panorámicas espectaculares y una experiencia única para los visitantes que desean explorar el paisaje alpino.
Lo más destacado del Pic du Midi es su famoso observatorio astronómico, que se encuentra en la cima de la montaña. Este observatorio, construido en la década de 1870, ha desempeñado un papel crucial en la investigación astronómica y ha sido testigo de importantes descubrimientos científicos a lo largo de los años. Hoy en día, el observatorio sigue siendo un centro de investigación activo y también es un destino turístico popular.
Los visitantes pueden llegar al Pic du Midi en teleférico desde la localidad de La Mongie, disfrutando de un emocionante viaje que les lleva a través de los impresionantes paisajes de montaña. Una vez en la cima, pueden explorar el observatorio, visitar el museo astronómico y disfrutar de las vistas panorámicas desde la terraza panorámica, que ofrece una vista impresionante de los Pirineos y más allá.
4. Cauterets: otro lugar qué ver en el Parque Nacional de los Pirineos
Cauterets es un encantador pueblo reconocido por su belleza natural, su arquitectura y sus aguas termales. Este destino alpino atrae a visitantes durante todo el año con sus impresionantes paisajes montañosos y su rica historia.
En invierno, Cauterets se convierte en un paraíso para los amantes de los deportes de invierno, con su estación de esquí en el Circo de Lys, que ofrece una variedad de pistas para todos los niveles de habilidad. Además, el pueblo es un punto de partida ideal para practicar el esquí de fondo y hacer excursiones con raquetas de nieve por los bosques nevados.
Cauterets, también es notable por su arquitectura Art Deco, que añade un toque distintivo a su paisaje urbano. Aunque es más conocido por su belleza natural y sus aguas termales, Cauterets alberga una notable colección de edificios Art Deco que datan de principios del siglo XX.
Los edificios Art Deco de Cauterets son especialmente prominentes en el centro del pueblo, donde se pueden encontrar elegantes hoteles, balnearios y residencias privadas que exhiben la elegancia y la sofisticación característica de este estilo. Fachadas adornadas con relieves, balcones elaboradamente diseñados y ventanas en forma de arco son solo algunos de los elementos distintivos que se encuentran en estas estructuras.
Entre los ejemplos más destacados de arquitectura Art Deco en Cauterets se encuentra el Grand Hotel, un majestuoso edificio que domina la plaza principal del pueblo. Construido en la década de 1920, este hotel ha sido restaurado para preservar su esplendor original y sigue siendo un símbolo de la opulencia de la época.
Otro punto de interés es el antiguo casino, que ahora alberga el Centro Cultural de Cauterets. Su fachada Art Deco es un testimonio del pasado glamuroso de la ciudad como destino de moda para la alta sociedad europea.
En primavera y verano, Cauterets se transforma en un refugio para los amantes de la naturaleza y los entusiastas del senderismo. Los numerosos senderos que serpentean a través de los prados alpinos y los bosques de pinos ofrecen oportunidades para explorar la flora y la fauna locales, así como vistas panorámicas de los picos circundantes.
5. Luz Ardiden
Luz Ardiden es un destino de montaña que ofrece paisajes impresionantes y una amplia variedad de actividades al aire libre durante todo el año. Este enclave alpino es conocido por su estación de esquí, que atrae a esquiadores y practicantes de snowboard con sus pistas y sus vistas panorámicas de las montañas circundantes.
En invierno, Luz Ardiden se transforma en un paraíso invernal, con nevadas cubriendo las cumbres y los bosques, creando un ambiente mágico para los entusiastas de los deportes de invierno. Las pistas de esquí, que van desde principiantes hasta expertos, ofrecen desafíos para todos los niveles de habilidad, mientras que las áreas fuera de pista atraen a los más aventureros.
Pero Luz Ardiden no es solo un destino de invierno; en los meses más cálidos, el paisaje se transforma en un paraíso verde, ideal para practicar senderismo o el ciclismo de montaña y otras actividades al aire libre.
6. Portalet
El Portalet es un paso de montaña, ubicado en la frontera entre Francia y España. Su entorno montañoso ofrece un escenario impresionante para los amantes de la naturaleza y los deportes de invierno. Cerca del Portalet se encuentran varias estaciones de esquí populares, como Formigal en España y Gourette en Francia. Estas estaciones ofrecen una amplia variedad de pistas para esquiar y hacer snowboard, así como servicios de alquiler de equipos y escuelas de esquí. El paisaje montañoso del Portalet y sus estaciones de esquí lo convierten en un destino popular para los aficionados a los deportes de invierno y el turismo de montaña.
7. Cirque de Gavarnie, otro lugar imprescindible que ver en el Parque Nacional de los Pirineos.
El Cirque de Gavarnie es uno de los paisajes naturales más impresionantes de los Pirineos franceses, y se encuentra inscrito en la lista de Patrimonio Mundial de la UNESCO desde 1997. Este circo glaciar es un destino emblemático tanto para excursionistas como para amantes de la naturaleza.
Este circo glaciar es conocido por sus impresionantes paredes de roca, que se elevan hasta 1,500 metros de altura, y por la majestuosa cascada de Gavarnie, que tiene una caída de agua de más de 400 metros. El circo está rodeado por una serie de picos imponentes, incluyendo el Mont Perdu, que es el punto culminante del macizo de los Pirineos con 3,355 metros de altura.
El Cirque de Gavarnie es un paraíso para los excursionistas, con una variedad de rutas que ofrecen vistas espectaculares del circo, la cascada y los picos circundantes. La caminata más popular es la que lleva a la base de la cascada de Gavarnie, donde los visitantes pueden disfrutar de vistas impresionantes y sentir la fuerza del agua que cae desde lo alto. Otras rutas llevan a los visitantes a través de prados alpinos, bosques de pino negro y lagos de montaña, ofreciendo una experiencia completa de la belleza natural de la región.
8. Col D´Aubisque
Con una altitud de aproximadamente 1,709 metros, el Col d’Aubisque es famoso por sus impresionantes vistas panorámicas y su desafiante ruta de ascenso.
Este puerto de montaña es una parte importante del recorrido del Tour de Francia, una de las carreras de ciclismo más prestigiosas del mundo. Los ciclistas profesionales enfrentan el desafío de ascender sus empinadas pendientes y curvas cerradas, creando momentos memorables en la historia de la carrera.
Para los amantes del turismo de montaña, el Col d’Aubisque ofrece numerosas oportunidades para actividades al aire libre durante todo el año. En verano, los visitantes pueden disfrutar de senderismo, ciclismo de montaña y observación de la fauna y flora locales. En invierno, el área se transforma en un paraíso para los deportes de invierno, con opciones como el esquí alpino, el esquí de fondo y el snowboard, pudiendo disfrutar desde allí de unas vistas de los pirineos maravillosas.
9. El Parc animalier des Pyrenees en Argeles-Gazost, otro lugar recomendado que ver en el Parque Nacional de los Pirineos.
Ubicado en la localidad de Argeles-Gazost, este zoológico ofrece a los visitantes la oportunidad de sumergirse en un entorno natural impresionante observando animales traídos de todas partes del mundo.
Con una extensión de más de 14 hectáreas, el Parc animalier des Pyrénées se encuentra en un entorno montañoso que refleja el hábitat natural de muchas de las especies que alberga. Desde imponentes osos pardos hasta alimoches y cabras montesas, el parque alberga una amplia variedad de animales nativos de los Pirineos y otras especies traídas del exterior.
Una de las experiencias más destacadas del Parc animalier des Pyrénées es la oportunidad de observar a los animales en un entorno que se asemeja lo más posible a su hábitat natural. Los recintos están diseñados para proporcionar a los animales suficiente espacio para moverse y explorar, lo que permite a los visitantes ver su comportamiento natural mientras aprenden sobre su conservación y el papel crucial que desempeñan en el ecosistema de los Pirineos.
Para aquellos interesados en aprender más sobre la conservación de la vida silvestre y el medio ambiente, el Parc animalier des Pyrénées ofrece programas educativos dirigidos por expertos en vida silvestre. Estos programas incluyen charlas informativas, actividades interactivas y encuentros cercanos con algunos de los habitantes más fascinantes del parque, así como dormir en bungalows situados junto a los animales o convertirse en cuidador de animales durante un día.
10. Hautacam
El Hautacam es un destino de montaña conocido por su belleza natural y su estación de esquí. Ofrece una experiencia alpina impresionante tanto en invierno como en verano.
Durante la temporada de invierno, desde el alto de la montana los paisajes de los Pirineos nevados son verdaderamente impresionantes. Para los amantes del esquí, la estación ofrece una variedad de pistas para esquiadores de todos los niveles, desde principiantes hasta expertos. Las pistas bien mantenidas y la amplia área esquiable garantizan una experiencia divertida y emocionante para todos.
Durante los meses más cálidos, el Hautacam se convierte en un destino popular para el turismo de montaña y actividades al aire libre. Los senderos para caminatas y ciclismo de montaña ofrecen oportunidades para explorar la impresionante naturaleza de los Pirineos. Los visitantes pueden disfrutar de vistas panorámicas espectaculares de los picos circundantes y los valles verdes mientras se aventuran por los senderos bien señalizados.
11. El Col del Tourmalet
El Col du Tourmalet es un legendario puerto de montaña más altos y desafiantes del Tour de Francia, la famosa carrera ciclista. Desde su primera inclusión en el Tour en 1910, el Col du Tourmalet ha sido un punto culminante en la ruta, desafiando a los ciclistas con sus empinadas pendientes y su elevada altitud.
Además de su importancia en el ciclismo, el Col du Tourmalet es un destino popular para los amantes del senderismo y el esquí de montaña durante los meses de verano e invierno respectivamente. Sus alrededores ofrecen una variedad de rutas de senderismo que permiten explorar la belleza natural de los Pirineos, mientras que en invierno, los esquiadores pueden disfrutar de las pistas cercanas de La Mongie y Barèges.
12. Eaux-Bonnes
Eaux-Bonnes es un encantador pueblo conocido por sus aguas termales curativas y su entorno natural impresionante, Eaux-Bonnes ha sido un destino popular para el bienestar y el descanso desde el siglo XIX.
El principal atractivo de Eaux-Bonnes son sus aguas termales, que se dice que tienen propiedades curativas para una variedad de dolencias, incluyendo problemas de la piel, reumatismo y afecciones respiratorias. Estas aguas provienen de manantiales naturales que fluyen en la región montañosa, y han sido utilizadas con fines terapéuticos desde la época romana. Hoy en día, los visitantes pueden disfrutar de tratamientos de spa, baños termales y terapias de relajación en los diversos establecimientos termales de la ciudad.
Además de sus beneficios para la salud, Eaux-Bonnes ofrece una gran variedad de actividades al aire libre para disfrutar durante todo el año. En verano, los visitantes pueden practicar senderismo por los senderos que serpentean a través de los bosques y prados alpinos circundantes, así como paseos a caballo, ciclismo de montaña y pesca en los ríos cristalinos de la zona. En invierno, la estación se transforma en un paraíso para los amantes del esquí, con pistas cercanas como Gourette, donde se pueden practicar deportes de invierno como el esquí alpino, el snowboard y las raquetas de nieve.
La arquitectura de Eaux-Bonnes también es digna de mención, con encantadores edificios de estilo Belle Époque que dan testimonio de su pasado aristocrático como destino de moda para la realeza y la alta sociedad europea. Pasear por las calles de la ciudad es como retroceder en el tiempo y sumergirse en la elegancia de épocas pasadas.
13. Luz-Saint-Sauveur
Luz-Saint-Sauveur es un pintoresco pueblo en el corazón de los Pirineos franceses, cautiva a los visitantes con su encanto histórico y su impresionante entorno natural.
El Castillo de Santa María domina el paisaje, ofreciendo vistas panorámicas del valle circundante. Construido en el siglo XI, este castillo medieval ha sido testigo de siglos de historia y ha sido meticulosamente restaurado para preservar su esplendor original.
Desde Luz-Saint-Sauveur, las vistas de los Pirineos son espectaculares. Las imponentes montañas se elevan majestuosamente, ofreciendo un paisaje impresionante que cautiva a los visitantes.
Con picos nevados que se alzan hacia el cielo y valles serpenteantes cubiertos de exuberante vegetación, esta vista panorámica es una invitación a la exploración y la aventura. Durante el día, los colores cambiantes de la luz resaltan los contornos escarpados de las montañas, mientras que al atardecer, el cielo se tiñe de tonos cálidos, creando un espectáculo visual inolvidable.
Mapa de los puntos de interés en el Parque Nacional de los Pirineos
Luz-Saint-Sauveur
Aragnouet
Pont d´Espagne
Portalet
Col D´Aubisque
Eaux-Bonnes
Cirque de Gavarnie
Cascada de Gavarnie
Lac de Gaube
Lac de Cap de Long
Pic du Midi
Borce
Val d'Azun
Pic du Tourmalet
Col du Tourmalet
Cascadas de Cauterets
Qué ver en las inmediaciones del Parque Nacional de los Pirineos
1. Lourdes
Lourdes es famosa en todo el mundo por su significado religioso y su santuario mariano. Su importancia se debe principalmente a las apariciones de la Virgen María que tuvieron lugar en 1858, cuando Bernadette Soubirous, una joven campesina local, afirmó haber visto a la Virgen en la gruta de Massabielle. Desde entonces, Lourdes ha sido un lugar de peregrinación para millones de católicos y personas de diversas religiones que buscan sanación espiritual y física.
El santuario de Lourdes es el corazón espiritual de la ciudad y comprende la Basílica de Nuestra Señora del Rosario, la Basílica de San Pío X (la iglesia subterránea más grande del mundo), y la Gruta de Massabielle, donde se dice que ocurrieron las apariciones. Los peregrinos acuden a Lourdes en busca de consuelo, esperanza y curación, participando en ceremonias religiosas, procesiones y baños en las aguas santificadas de la fuente de la gruta.
Además de su importancia religiosa, Lourdes también ofrece paisajes impresionantes, con los Pirineos como telón de fondo, y una atmósfera serena que invita a la reflexión y al recogimiento.
Donde dormir en el Parque Nacional de los Pirineos
Debido a que está muy céntrico en medio del Parque Nacional de los Pirineos, recomendamos dormir en Luz-Saint-Sauveur, pero otras opciones interesantes son: Cauterets o Gavarnie. Más abajo los mejores hoteles donde dormir en el Parque Nacional de los Pirineos.
Booking.comQué comer en la región de los Pirineos franceses
Comer en la región de los Pirineos franceses es una experiencia gastronómica única que combina los sabores de la montaña con la cocina tradicional francesa. Algunos platos típicos de la región:
- Cassoulet: Un guiso tradicional hecho con alubias blancas, carne de cerdo, salchichas y a veces pato o ganso.
- Aligot: Un puré de papas mezclado con queso Laguiole derretido, típico de la región de Aubrac.
- Tripoux: Tripas de cordero rellenas de carne picada, hierbas y especias, cocidas lentamente en una salsa aromática.
- Farcis: Verduras rellenas, como tomates, pimientos y calabacines, rellenos de carne picada, hierbas y a menudo arroz.
- Estofado de cordero de los Pirineos: Cordero cocido lentamente con verduras y hierbas aromáticas de la región de los Pirineos.
- Pissaladière: Una especie de tarta salada similar a la pizza, con cebolla caramelizada, aceitunas y anchoas.
- Brandade de morue: Un plato hecho con bacalao desmenuzado, puré de papas, ajo, aceite de oliva y a veces nata.
- Pastis Gascon: Una tarta dulce tradicional de la región, rellena de crema de almendras y a menudo perfumada con armagnac.
- Garbure: Una sopa espesa y reconfortante hecha con verduras de temporada, carne de cerdo, alubias y a veces patatas.
- Tourte aux pruneaux: Un pastel relleno de ciruelas pasas, a veces remojadas en armagnac, típico de la región.