La región del Jura, ubicada en la frontera entre Francia y Suiza, es un destino encantador que cautiva con su belleza natural y su rica historia. Este pintoresco territorio se extiende por colinas ondulantes, bosques frondosos y preciosos ríos y cascadas, ofreciendo un escenario perfecto para los amantes del aire libre y los entusiastas de la enología.
Conocida por sus quesos renombrados, como el Comté y el Morbier, la región del Jura deleita los paladares con una amplia gama de sabores auténticos. Además, sus tradiciones artesanales perduran en la fabricación de relojes de alta calidad, una industria que ha trascendido generaciones.
La historia del Jura está marcada por vestigios prehistóricos, castillos medievales y abadías centenarias, que narran la rica herencia cultural de la región. Los pintorescos pueblos de casas de piedra y tejados de pizarra invitan a los visitantes a explorar sus callejuelas empedradas y descubrir su encanto único.
Con una mezcla equilibrada de tradición y modernidad, el Jura ofrece una experiencia única para los viajeros que buscan escapar de lo convencional y sumergirse en la autenticidad de un destino lleno de sorpresas.
1. Château-Chalon, un imprescindible que ver en la región del Jura.
Este pequeño pueblo es famoso por su vino amarillo, su arquitectura medieval y sus vistas impresionantes.
En el corazón de la región vinícola de Jura, Château-Chalon es conocido por producir uno de los vinos más singulares del mundo: el vino amarillo. Este vino, elaborado exclusivamente a partir de uvas Savagnin, se caracteriza por su color dorado intenso y su sabor complejo y avellanado. Los viñedos que rodean el pueblo son un espectáculo para los sentidos, con terrazas escalonadas que se extienden por las laderas de las colinas.
La arquitectura de Château-Chalon es otra atracción destacada. Los visitantes pueden pasear por las estrechas calles adoquinadas y descubrir encantadoras casas con entramados de madera, así como la iglesia románica del siglo VIII, que domina la plaza principal.
Para aquellos que disfrutan de actividades al aire libre, Château-Chalon ofrece numerosas oportunidades para explorar la impresionante campiña de Jura. Desde senderismo y ciclismo hasta paseos en globo aerostático sobre los viñedos, hay algo para todos los gustos.
2. Baume-les-Messieurs
Conocido por su espectacular entorno natural y su rica historia, Baume-les-Messieurs es un destino turístico popular que atrae a visitantes de todo el mundo.
Lo más destacado de Baume-les-Messieurs es su impresionante circo rocoso, uno de los más grandes de Europa. Este circo natural, formado por acantilados de caliza que se elevan hasta 200 metros de altura, crea un paisaje impresionante que deja sin aliento a quienes lo visitan. En el fondo del circo se encuentra el pueblo en sí, con sus casas de piedra tradicionales y su encantadora iglesia abacial del siglo X, que es un importante sitio de peregrinación.
Otro punto de interés en Baume-les-Messieurs es la Abadía de Baume, fundada en el siglo IX. Esta abadía benedictina es un impresionante ejemplo de arquitectura románica y alberga una colección de arte religioso, así como hermosos jardines que invitan a la reflexión y la contemplación.
Baume-les-Messieurs es un destino que combina paisajes impresionantes, arquitectura fascinante y experiencias culinarias deliciosas. Ya sea explorando su entorno natural único, visitando sitios históricos o simplemente disfrutando de la tranquilidad del campo, este encantador pueblo ofrece algo para todos los gustos.
3. Cascadas de Tuf, otro imprescindible que ver en la región del Jura.
Las Cascadas de Tuf, ubicadas en las proximidades de Baume-les-Messieurs, son una maravilla natural única. Formadas por el agua que fluye a través de depósitos de tufa, estas cascadas crean un paisaje surrealista de pozas cristalinas y formaciones rocosas cubiertas de musgo. El agua, rica en minerales, ha esculpido a lo largo del tiempo estas impresionantes cascadas, ofreciendo un espectáculo visual impresionante. Las Cascadas de Tuf son un destino imperdible para los amantes de la naturaleza y la fotografía, que buscan experimentar la belleza incomparable de este fenómeno geológico único.
4. Lods
Situado en un valle pintoresco rodeado de exuberantes bosques y montañas escarpadas, Lods es famoso por su arquitectura tradicional, con casas de piedra y tejados de pizarra que datan de siglos pasados. Sus calles empedradas invitan a pasear y descubrir encantadoras plazas y rincones históricos. Además, el río Loue que atraviesa el pueblo añade un toque de serenidad.
5. Dole
Dole es hogar de la majestuosa Colegiata de Notre Dame. Esta obra arquitectónica, construida en el siglo XVI, remplazo una iglesia anterior que fue destruida en el año 1479, año en que la ciudad fue arrrasada por las tropas del rey de Francia Luis XI.
6. Las Cascadas del Hérisson,
Este conjunto de cascadas se extiende a lo largo del río Hérisson, en un entorno de exuberante vegetación y bosques frondosos, creando un paisaje de ensueño que parece sacado de un cuento de hadas., siendo un lugar de parada necesaria que ver en la región del Jura.
El río Hérisson, que nace en el lago Bonlieu, serpentea a través del paisaje montañoso del Jura, creando una serie de cascadas espectaculares a lo largo de su curso. Las cascadas varían en altura y caudal, ofreciendo una variedad de vistas impresionantes y sonidos relajantes a medida que el agua se precipita por los acantilados de roca caliza.
Entre las cascadas más destacadas se encuentra la Cascada del Eventail, una espectacular cortina de agua que se desploma en una serie de cascadas más pequeñas, creando un efecto abanico impresionante. Otra cascada destacada es la Cascada del Grand Saut, que cae desde una altura considerable en una poza profunda rodeada de rocas cubiertas de musgo.
En resumen, las Cascadas del Hérisson son un destino imprescindible para aquellos que buscan sumergirse en la belleza natural del Jura francés y disfrutar de una experiencia inolvidable.
7. Ornans
Ornans es un pintoresco pueblo que encarna la esencia del encanto rural. Atravesado por el río Loue, Ornans es conocido por su belleza natural y su rica historia.
El pueblo es famoso por ser el lugar de nacimiento del pintor realista Gustave Courbet, cuyas obras maestras a menudo capturaban la vida cotidiana y los paisajes de la región. La Casa Museo Gustave Courbet, ubicada en Ornans, ofrece a los visitantes la oportunidad de explorar la vida y obra del famoso artista, así como de admirar reproducciones de sus obras más destacadas.
Ornans también es conocido por su arquitectura pintoresca, con casas de piedra situadas junto al río, lo cual lo convierten en punto de parara obligatoria que ver en la región del Jura. La iglesia de Saint-Laurent, con su elegante campanario y su interior decorado, es otro punto destacado del patrimonio arquitectónico de la ciudad.
8. Arbois
El pueblo de Arbois es el hogar de la Maison Pasteur, donde el célebre científico Louis Pasteur nació en 1822, y su museo ofrece una fascinante mirada a su vida y trabajo.
La reputación de Arbois como productora de vino es legendaria, y los visitantes pueden explorar numerosas bodegas y degustar el famoso vino amarillo y otros vinos del Jura.
9. Cascada de Billaude
Ubicada en el corazón del Jura, es una joya natural que deja a los visitantes maravillados. Esta cascada, alimentada por el río Billaude, cae majestuosamente formando un espectáculo impresionante de agua que se precipita sobre las rocas calizas. Rodeada de exuberante vegetación y paisajes montañosos, la Cascada de Billaude ofrece un entorno sereno y hermoso para disfrutar de la naturaleza. Su acceso a menudo implica una caminata a través de preciosos senderos.
10. Fuente de la Loue
La Fuente de la Loue es un fenómeno natural sorprendente. Esta fuente es el nacimiento del río Loue, uno de los ríos más importantes de la región. Emergiendo de una gruta en los acantilados de roca caliza, el agua cristalina de la Fuente de la Loue crea un paisaje mágico y sereno. Rodeada de exuberante vegetación y vida silvestre, esta fuente es un lugar de belleza indescriptible y un destino popular para excursionistas y amantes de la naturaleza que buscan disfrutar de la tranquilidad y la majestuosidad del Jura.
Mapa de los lugares turísticos de la región del Jura.
Château-Chalon
Baume-les-Messieurs
Cascadas de Tuf
Lods
Dole
Cascadas del Hérisson
Ornans
Arbois
Cascada de Billaude
Fuente de la Loue
Donde dormir en el Jura.
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Booking.comQue comer en la región del Jura.
La región del Jura cuenta con una rica tradición culinaria, con platos típicos que reflejan la influencia de la cocina franco-suiza y los ingredientes locales. Algunos platos típicos de la región del Jura:
- Fondue de queso: Un plato clásico suizo-francés, preparado con una mezcla de quesos locales como el Comté, Gruyère o Emmental, servido con pan y acompañado de vino blanco.
- Trucha al vino amarillo: La trucha es un pescado localmente abundante en los arroyos y ríos del Jura, y se prepara a menudo con una salsa cremosa de vino amarillo, una especialidad de la región.
- Poulet au Vin Jaune: Pollo cocinado lentamente en una salsa de vino amarillo, con champiñones y cebollas, es un plato reconfortante y lleno de sabor.
- Quenelle de brochet: Una especie de albóndigas elaboradas con carne de lucio, un pescado de agua dulce, mezclada con pan rallado y especias, luego cocidas al horno o pochadas y servidas con una salsa cremosa.
- Croûte aux morilles: Una tartaleta o cazoleta rellena de morillas, un tipo de seta silvestre abundante en la región del Jura, y cubierta con una salsa cremosa y gratinada al horno.
- Coq au vin jaune et aux morilles: Versión del famoso plato francés Coq au Vin, preparado con pollo cocinado en vino amarillo y morillas, que le confieren un sabor único y aromático.
- Potée comtoise: Un guiso tradicional de la región que combina carne de cerdo, tocino, embutidos, repollo, patatas y otras verduras, cocinadas lentamente en un caldo aromático.
- Morbiflette: Una variante de la famosa Tartiflette de la región de Saboya, preparada con queso Morbier, patatas, cebollas y tocino, gratinada al horno hasta que esté dorada y burbujeante.
- Tarte au comté: Una tarta salada hecha con queso Comté, huevos y crema, horneada en una masa quebrada hasta que esté dorada y crujiente.
- Gâteau de ménage: Un pastel tradicional del Jura hecho con harina, huevos, azúcar, mantequilla y a veces, ralladura de limón, que se sirve como postre acompañado de frutas o crema batida.