
En el silencioso Alentejo portugués, cerca de la frontera con España, se esconde un lugar que parece sacado de un planeta lejano: las Minas de São Domingos. Abandonadas desde 1966, estas antiguas explotaciones mineras han dejado tras de sí un paisaje surrealista, donde las aguas rojizas, las tierras ácidas y las ruinas oxidadas crean una atmósfera casi marciana. Este rincón olvidado de Portugal es uno de los secretos mejor guardados del turismo industrial y geológico, ideal para viajeros que buscan experiencias fuera de lo común.

Localización de Las Minas de São Domingos
Están situadas en la región del Alentejo en Portugal, cerca de la frontera con España.
Historia: De la época romana al abandono
Los orígenes romanos
Las Minas de São Domingos fueron explotadas desde la época romana, cuando ya se extraían oro, cobre y plata. Sin embargo, su verdadero auge llegó en el siglo XIX, cuando la compañía británica Mason & Barry modernizó las operaciones y convirtió el lugar en uno de los centros mineros más importantes de la Península Ibérica.

La era industrial (1858-1966)
Durante más de un siglo, miles de trabajadores extrajeron pirita, un mineral utilizado para producir azufre y ácido sulfúrico. La mina generó riqueza, pero también miseria: las condiciones laborales eran durísimas, y la contaminación envenenó la tierra y el agua.

El cierre y la transformación en un paisaje post-apocalíptico
Cuando la mina cerró en 1966, el pueblo quedó en el olvido. La naturaleza y la oxidación hicieron el resto: las aguas se tiñeron de rojo y naranja, los suelos se volvieron ácidos, y las estructuras industriales se convirtieron en esqueletos de hierro. Hoy, el lugar parece una escena de ciencia ficción, como si un meteorito hubiera arrasado la zona o una catástrofe química la hubiera dejado estéril.

Un paisaje ácido de otro planeta en las Minas de São Domingos
Lo más fascinante de São Domingos es su entorno geológico único, donde la acción humana y la química natural han creado un paisaje que recuerda a Marte o a los volcanes de Islandia.

1. La Corta da Mina: El gran cráter rojo
El hoyo principal, de más de 120 metros de profundidad, es el epicentro de este paisaje alienígena. Sus paredes erosionadas muestran vetas de minerales oxidados, y el agua estancada en el fondo tiene un pH extremadamente ácido, lo que le da un color entre negro y rojo sangre.

🔹 Dato curioso: El agua es tan ácida que no alberga vida, lo que aumenta la sensación de estar en un mundo muerto.
2. Las lagunas de colores tóxicos
Alrededor de la mina, pequeñas lagunas y charcos muestran tonalidades anaranjadas, verdes y turquesas debido a los metales pesados disueltos. Estos espejos de agua tóxica crean un efecto visual hipnótico.

3. Los suelos quemados y las rocas oxidadas
El terreno está cubierto de costras minerales que brillan al sol, como si alguien hubiera derramado pintura metálica sobre la tierra. En algunos puntos, el suelo cruje bajo los pies debido a la alta concentración de azufre y el aire se vuelve irrespirable.

🔹 Comparación cinematográfica: El lugar parece el escenario de una película post-apocalíptica, como «Mad Max» o «Annihilation».

Explorando las ruinas industriales de las Minas de São Domingos
Además del paisaje ácido, las Minas de São Domingos conservan estructuras abandonadas que parecen sacadas de una distopía industrial:
1. La chimenea de la fundición
Una gigantesca chimenea de ladrillo se alza sobre el paisaje, el último vestigio de la fundición donde se procesaba el mineral.

2. Los antiguos muelles de trasbordo de mineral
Una estructura semiderruida donde se separaba el mineral de la roca. Hoy, sus restos oxidados contrastan con el cielo azul del Alentejo.

3. Pabellones y restos de la Mina
Sus ruinas incluyen chimeneas, talleres, almacenes y el emblemático Pirites Alentejanas, un edificio de ladrillo rojo que albergaba las oficinas. El paisaje, marcado por escombreras refleja el impacto ambiental de la minería.


¿Cómo visitar las Minas de São Domingos?
📍 Ubicación y acceso
- Distancia desde Lisboa: ~2h 30min en coche.
- Desde Sevilla (España): ~1h 50min.
- No hay transporte público directo, por lo que se recomienda ir en automóvil.
⚠️ Precauciones
- No tocar el agua: Es altamente ácida y tóxica.
- Calzado resistente: El terreno es irregular y con piedras sueltas.
- Evitar días de mucho calor: No hay sombra en la zona minera.
Un destino único en Europa
Las Minas de São Domingos no son un lugar turístico al uso. No hay cafés pintorescos ni tiendas de souvenirs. En cambio, ofrecen algo mucho más valioso: una experiencia cruda, auténtica y sobrecogedora.

Si te gustan los paisajes extremos, la historia industrial o simplemente quieres sentirte como en otro planeta, este rincón olvidado de Portugal te dejará sin palabras. Es el Alentejo más salvaje, más ácido y más fascinante.
Donde dormir en las Minas de São Domingos
Por su proximidad geográfica recomendamos dormir en la localidad de Mértola. Más abajo los mejores hoteles donde dormir en Mértola.
Booking.comQué comer en la región de las Minas de São Domingos
La región del Alentejo tiene una gastronomía influenciada por los sabores tradicionales de esta zona. Aquí tienes 5 platos típicos que podrías encontrar en la región:
- Sericaia – Postre tradicional a base de huevos, leche, canela y azúcar, servido con ciruelas de Elvas.
- Açorda à Alentejana – Sopa espesa con pan, ajo, cilantro, huevo y aceite de oliva, típica del Alentejo.
- Migas com Entrecosto – Migas de pan con especias, acompañadas de costillas de cerdo fritas.
- Ensopado de Borrego – Estofado de cordero con hierbas aromáticas, patatas y pan.
- Gaspacho Alentejano – Sopa fría de tomate, pepino, pimiento y pan, ideal en verano.