
Bretaña, ubicada en el noroeste de Francia, es una región llena de magia, historia y paisajes impresionantes. Con una identidad cultural fuerte, marcada por sus raíces celtas, este destino cautiva a los viajeros con sus acantilados, bosques encantados y pueblos medievales. Si te preguntas qué ver en Bretaña, descubrirás que ofrece una mezcla única de tradición y belleza natural.

Esta tierra de marineros y druidas es famosa por sus menhires y dólmenes, como los de Carnac, que guardan misterios milenarios. Ciudades como Rennes y Quimper deslumbran con su arquitectura de entramado de madera y calles empedradas, mientras que la costa bretona sorprende con lugares como la Pointe du Raz.
La región es también famosa por su gastronomía, destacando platos como las crepes y galettes. Además, la Bretaña tiene una historia fascinante que se refleja en sus antiguos monumentos megalíticos y en su tradicional música celta. Los festivales culturales y las celebraciones regionales hacen de la Bretaña Francesa un lugar vibrante y encantador para visitar.
13 lugares imprescindibles que ver en la Bretaña francesa
1. Costa de Granito rosa
La Costa de Granito Rosa es conocida por sus paisajes extraordinarios y únicos. Este tramo de costa se caracteriza por formaciones rocosas de granito con un distintivo tono rosado, que contrasta maravillosamente con el azul del océano Atlántico. Destinos notables en esta costa incluyen Perros-Guirec y Ploumanac’h, donde las enormes rocas de granito crean una serie de formaciones caprichosas y esculturas naturales.

Las playas de la Costa de Granito Rosa, como la playa de Trestraou, ofrecen arena fina y aguas cristalinas, creando un entorno ideal para relajarse y disfrutar de la belleza costera. Los senderos costeros, como el Sentier des Douaniers, permiten a los visitantes explorar acantilados impresionantes y vistas panorámicas. Esta región es un paraíso para los amantes de la naturaleza y los fotógrafos, y su singular paisaje atrae a turistas de todo el mundo.

2. Finisterre y la Punta de Raz, un lugar imprescindible que ver en Bretaña.
Una región increíble con una naturaleza espectacular. Ver los faros de la Punta de Raz con el mar rompiendo en ellos es todo un espectáculo. Eso sí, aconsejamos ir bien abrigados sobre todo con ropa contra el viento, ya que en esta zona suele soplar bastante fuerte. Aprovechad para dar un paseo por la zona y disfrutar de las singulares iglesias bretonas y ver sus cruceros, muy parecidos a los gallegos.

3. Vannes
Vannes, una encantadora ciudad que es conocida por su rica historia, arquitectura medieval y vibrante ambiente. Las murallas bien conservadas y la Puerta de San Vicente dan la bienvenida a los visitantes al casco antiguo, donde calles empedradas conducen a plazas animadas y edificios con entramado de madera.

A orillas del Golfo de Morbihan, el puerto de Vannes ofrece vistas pintorescas y oportunidades para paseos en barco. El Jardín de las Murallas, un remanso de paz, ofrece una vista panorámica de la ciudad. Vannes también es famosa por su mercado cubierto, donde los visitantes pueden degustar productos regionales.

4. Faro del Petit Minou, Plougonvelin
El Faro del Petit Minou, ubicado en Plougonvelin es un impresionante faro marítimo que se alza en la costa occidental de Francia. Construido en el siglo XIX, este faro señala la entrada al puerto de Brest y ha sido fundamental para la navegación en la región. Su torre de granito alcanza una altura de aproximadamente 26 metros y ofrece vistas panorámicas espectaculares del océano Atlántico y la escarpada costa bretona. El Faro del Petit Minou es un hito histórico y una atracción turística popular, donde los visitantes pueden disfrutar de la belleza del paisaje marino y aprender sobre la fascinante historia marítima de la región.
Coordenadas GPS del faro: 48.336627, -4.614279

5. Saint-Malo
Saint-Malo, una ciudad costera es conocida por su rica historia marítima y su impresionante arquitectura medieval. Rodeada por murallas fortificadas, la Ciudad Intramuros alberga callejones adoquinados, tiendas encantadoras y restaurantes con encanto. La Catedral de San Vicente y el Castillo de Saint-Malo son puntos destacados arquitectónicos en este enclave histórico. La ciudad también fue la cuna de corsarios y exploradores notables.
Saint-Malo cuenta con playas impresionantes, como la playa de Bon-Secours, donde los visitantes pueden disfrutar del paisaje marino. El Grand Aquarium, un popular destino para familias, presenta una amplia variedad de vida marina.
Durante la marea baja, se puede acceder a la isla fortificada de Petit Bé, ofreciendo a los visitantes una experiencia única. Saint-Malo es conocida por sus festivales, como la Ruta del Rock, que atraen a amantes de la música de todo el mundo. Esta ciudad corsaria sigue siendo un destino cautivador que mezcla su rica herencia con un ambiente marítimo encantador.
6. Plougrescant, otro lugar imprescindible que ver en Bretaña.
Plougrescant es conocido por su belleza natural y su patrimonio arquitectónico. Destacando en la costa norte, la casa entre las rocas conocida como «Castel Meur» es una atracción única. La iglesia Saint-Pierre, con su campanario inclinado, es otro hito pintoresco en esta localidad. Plougrescant ofrece senderos costeros que revelan acantilados dramáticos y formaciones rocosas, como la «Gouffre,» un impresionante agujero en la tierra. Con su encanto marítimo y su entorno escénico, Plougrescant atrae a visitantes en busca de experiencias auténticas en la región bretona.

7. Faro del canal del Four
También conocido como faro del Four d’Argenton, está situado sobre una roca de granito de 25 m de diámetro y situado a 2 km de la costa, en la localidad de Porspoder del departamento de Finisterre.

8. Camaret-sur-Mer
Es el típico puerto de mar por donde dar un paseo por la costa y su puerto. Aparte del pueblo no podemos dejar de ver la capilla de nuestra señora de Rocamadour y la torre Vauban, también conocida como «torre dorada» por su tono ocre.
9. Rennes
Rennes, la capital de la región de Bretaña, es una ciudad vibrante y culturalmente rica. Su centro histórico, con calles adoquinadas y casas con entramado de madera, refleja la herencia medieval de la ciudad. La catedral de Saint-Pierre y el Parlamento de Bretaña son notables hitos arquitectónicos.

Rennes alberga una destacada universidad, lo que contribuye a su ambiente joven y dinámico. El Parque Thabor, con sus exuberantes jardines y un zoológico, es un lugar popular para los residentes y visitantes. La ciudad también es conocida por su escena gastronómica, con mercados locales y restaurantes que ofrecen especialidades bretonas. Con su mezcla de historia, cultura y modernidad, Rennes es una parada recomendada que ver en Bretaña.
10. Faro de Saint Mathieu
Está ubicado en el departamento de Finisterre, no muy lejos de Brest y fue construido en 1835, estando actualmente clasificado como monumento histórico. Junto al mismo podemos ver las ruinas de una abadía benedictina.

11. Tréguier
Tréguier, una encantadora ciudad que destaca por su rica historia y su arquitectura medieval. La catedral de Saint-Tugdual, construida entre los siglos XIV y XVI, es un imponente ejemplo de la arquitectura gótica y alberga tumbas de prominentes personajes históricos.
Ubicada a orillas del río Jaudy, Tréguier cuenta con calles adoquinadas, casas con entramado de madera y una animada plaza central. La Maison Ernest Renan, hogar del famoso escritor y filósofo, ofrece a los visitantes una visión de la vida en el siglo XIX.
La ciudad es conocida por sus eventos culturales y festivales, como la Fiesta de San Yves, que atrae a locales y turistas. Rodeada por un paisaje verde y cerca de la costa, Tréguier es un destino encantador que combina su patrimonio histórico con un ambiente acogedor y sereno.

12. Dinan, un pueblo medieval que ver en Bretaña.
Dinan es una encantadora ciudad medieval que ofrece una experiencia llena de historia y belleza. Puedes comenzar explorando su casco antiguo, rodeado por murallas medievales impecablemente conservadas. El pintoresco puerto fluvial del Rance es perfecto para un paseo junto al agua, y el Jardín Inglés ofrece vistas panorámicas de la ciudad.
No menos importante es disfrutar de la auténtica gastronomía bretona en los acogedores restaurantes de la ciudad antes de dar un relajante paseo por sus encantadoras calles empedradas.
13. Carnac, el último imprescindible que ver Bretaña.
Carnac es uno de los sitios megalíticos más impresionantes del mundo. Famosa por sus más de 3.000 menhires alineados, este lugar es un testimonio fascinante de la prehistoria. Si te preguntas qué ver en Bretaña, Carnac debe estar en tu lista.

Las enigmáticas piedras, dispuestas en hileras perfectas, datan del Neolítico (alrededor del 4500 a.C.) y su propósito sigue siendo un misterio. Algunas teorías sugieren que eran lugares ceremoniales o calendarios astronómicos. Además de los menhires, en Carnac puedes visitar túmulos y dólmenes, como el Túmulo de Saint-Michel

Donde dormir en Bretaña
Más abajo algunos de los mejores hoteles donde dormir en la región de Bretaña.
Booking.comQué comer en la Bretaña francesa
En la Bretaña francesa, puedes disfrutar de una variada y deliciosa oferta culinaria que refleja la tradición marinera y agrícola de la región. Aquí tienes algunas delicias que no debes dejar de probar:
- Crêpes y Galettes: Las crêpes, delgadas y dulces, son populares como postre, mientras que las galettes son crujientes y saladas, a menudo rellenas con ingredientes como queso, jamón y huevo.
- Mariscos Frescos: La costa de Bretaña es rica en mariscos. Prueba ostras frescas, mejillones en salsa de mostaza o una deliciosa sopa de pescado conocida como «soupe de poissons.»
- Galletas Bretonas: Las «sablé breton» son galletas tradicionales de mantequilla y sal que hacen un excelente acompañamiento para el té o el café.
- Cidra y Sidra: La Bretaña es conocida por su sidra, tanto la dulce como la seca. Acompaña tus comidas con una copa de esta bebida refrescante.
- Kouign-Amann: Este pastelito es una deliciosa mezcla de mantequilla y azúcar, con capas crujientes por fuera y suaves por dentro. Es un verdadero placer para los amantes del dulce.
La Bretaña francesa es una región que combina sabores auténticos con una fuerte conexión con el mar. Explorar su cocina es una parte esencial de la experiencia de visitar esta hermosa parte de Francia.