En el silencioso Alentejo portugués, cerca de la frontera con España, se esconde un lugar que parece sacado de un planeta lejano: las Minas de São Domingos. Abandonadas desde 1966, estas antiguas explotaciones mineras han dejado tras de sí un paisaje surrealista, donde las aguas rojizas, las tierras ácidas y las ruinas oxidadas crean una…